Hablar de niños transgénero puede resultar un tema complejo para muchas personas, pero, sobre todo, es una conversación urgente y necesaria. Hoy vivimos en un mundo que está aprendiendo a reconocer y respetar las diversas formas de ser y sentir. Pero, ¿qué significa exactamente ser trans? ¿Qué implica para un niño o niña? ¿Qué retos enfrentan en un país como Ecuador? Vamos a desglosarlo de manera sencilla.
¿Qué significa ser transgénero?
Definiciones ampliamente aceptadas por organizaciones de salud y derechos humanos, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asociación Americana de Psicología (APA) y grupos de defensa como GLAAD y Human Rights Campaign (HRC) describen al ser transgénero, como la identidad de género de una persona (cómo se siente internamente como hombre, mujer, ambos o ninguno) que no coincide con el sexo que le fue asignado al nacer.
Si hablamos de menores: niños, niñas y adolescentes, para Diane Rodríguez, psicóloga, activista LGBTIQ+, deberíamos hablar más bien, de una situación de exploración de identidad, esto porque según casos que ha tratado y estadísticas, demostrarían que “del 100% de niñas, niños y adolescentes que dicen no identificarse con el género que les fue asignado, solo el 15 se consolidan como personas trans cuando son adultos; el resto de casos es solo una exploración de identidad de género”. No por ello lo demerita, al contrario exigen que la sociedad debería poder manejarlo como un sentimiento real.
Ser trans no es una enfermedad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó claro en 2018 que ser trans no es una enfermedad. Antes, la disforia de género estaba catalogada como un trastorno mental, pero hoy se entiende como una experiencia humana que requiere apoyo, comprensión y, en algunos casos, acceso a servicios de salud específicos. La OMS reubicó este tema en una categoría llamada «condiciones relacionadas con la salud sexual» para garantizar que las personas trans puedan acceder a atención médica sin ser patologizadas.
¿Qué leyes protegen a los niños trans en Ecuador?
Ecuador ha dado pasos importantes hacia la inclusión y el respeto de las identidades de género, sin embargo, el tema en niños, niñas y adolescentes aún es poco tratado según Rodríguez.
Entre las leyes más relevantes está la Ley Orgánica de Gestión de la Identidad y Datos Civiles, que permite a las personas mayores de edad cambiar el campo de «género» en su cédula de identidad. La última reforma al Reglamento a la Ley Orgánica de Gestión de identidad y datos Civiles en su artículo 32 señala que “El dato sexo o género podrá ser rectificado por el titular de la información, por una sola vez al cumplir la mayoría de edad, de acuerdo con el libre desarrollo de la personalidad e identidad, sin que medien requisitos adicionales a su sola voluntad”.
Además, la Constitución ecuatoriana garantiza la no discriminación por motivos de identidad de género.
Los retos en Ecuador
A pesar de los avances legales, en la práctica, los niños que exploran su de identidad de género sufren:
- Discriminación en las escuelas: son objeto de burlas, exclusión o incluso violencia.
- Falta de sensibilización: Tanto en la sociedad como en el sistema educativo, hay poca comprensión sobre lo que le ocurre internamente.
- Acceso a servicios de salud: Aunque las leyes están avanzando, el acceso a tratamientos especializados, como acompañamiento psicológico es limitado.
Los riesgos que enfrentan
Una encuesta realizada en 2022 por The Trevor Project a 34,000 jóvenes LGBTQ+ entre 13 y 24 años reveló que el 45% consideró seriamente el suicidio, y en el caso de los jóvenes transgénero, 1 de cada 5 intentó suicidarse.
¿Por qué se ha abierto el debate en Ecuador?
En Ecuador, el caso de Amada, una adolescente trans, está en manos de la Corte Constitucional, que debe decidir si le permitirá registrar su cambio de sexo en la cédula de identidad. Aunque en 2018 un juez favoreció a Amada al ordenar el cambio de nombre y sexo en sus documentos, la apelación del Registro Civil llevó el caso a la Corte, que aún no se pronuncia. Los padres de Amada esperan que este fallo cree un precedente para que otros niños trans puedan acceder al mismo derecho, ya que actualmente solo se permite a personas mayores de 18 años.
En paralelo, en noviembre de 2024, la Corte Constitucional falló a favor de una niña trans de cinco años que sufrió discriminación en una escuela de Salinas. El fallo reconoció que la escuela vulneró los derechos de la menor y ordenó al Ministerio de Educación crear un protocolo para prevenir la discriminación por identidad de género en las escuelas. Estos casos reflejan un debate en Ecuador sobre los derechos de las personas trans, con los grupos conservadores rechazando las decisiones y los defensores de los derechos LGBTI+ considerando estos fallos esenciales para garantizar la igualdad y el respeto a la identidad de género.
